COMO
WEB ESCRIBIR PARA LA WEB
Por:
Gloria Osorio
La
forma de comunicarnos ha evolucionado
significativamente a lo largo del último
siglo, la llegada del internet ha planteado una nueva manera para lograr que la información llegue cada vez a
más lugares y a una mayor cantidad de
público.
La
web es una ventana global que permite que productos servicios y noticias en
general estén al alcance de millones de usuarios, pero captar su atención
resulta más complejo de lo que parece .Escribir
para la web no es ordenar una cantidad determinada de palabras de manera
coherente, es tratar de atrapar al lector en una fracción de segundo a partir
de la primera impresión que se lleve del texto propuesto, y para ello existen
ciertas pautas a tenerse en cuenta que permiten lograr mejores resultados.
El
objetivo de la comunicación en Internet es ofrecer la máxima información con
las mínimas palabras. Por ello, se ha de escribir con un lenguaje actual,
cercano a las personas a las que va dirigido, que exprese con claridad las
ideas y las mantenga atentas a la pantalla (U. de Almería, 2004).
En
la web no son funcionales los textos largos hechos de manera lineal que demandan
una gran inversión de tiempo por parte del lector (a menos que de manera
particular el tema sea de gran interés para él o se trate de libros digitales o
artículos de revistas o publicaciones seriadas); los textos deben ser cortos,
concisos y a diferencia de lo que ocurre en los medios impresos, en el título y
la entrada también conocida como “lead”,
debe encontrarse la información más significativa para el lector con las
palabras claves que llamen inmediatamente su atención, complementando las ideas
sin repetir términos. Entre las claves sugeridas por algunos autores se
encuentran:
El uso de la pirámide invertida,
estructura que permite priorizar la importancia de la información presentada
iniciando con lo más relevante y finalizando con la información que el lector
consideraría menos significativa, en ella el “lead” debe robarse toda la atención y en pocos renglones y palabras
debe explicar el quién o qué, cuyo orden puede variar, dónde, cuándo, cómo y por qué.
Esta
pirámide invertida en su forma básica puede trabajarse en una sola página y la
totalidad del texto se podría observar solo con desplazar el cursor, pero
existen otras formas de emplearla con algunas modificaciones, por ejemplo,
puede aparecer un documento jerarquizado
con una exposición principal en un primer párrafo que induce hacia una
seria de subtemas con una importancia significativa, pero que pueden ser
desplegados por el lector en el orden que desee según sus intereses
particulares, en esta variación de la pirámide, el autor o editor del documento
establece un orden para los subtemas en el que se supone deberían ser
desplegados, pero siempre es el usuario
quien tiene la última palabra y la posibilidad de revisarlos todos en el orden
sugerido, en uno aleatorio o simplemente de revisar solo algunos contenidos; y
una tercera forma de utilización de la pirámide invertida en la que existe de
igual manera un arranque del tema expuesto en la página central en el cual el
lector debe hallar la idea central de la publicación y enlaces a otras páginas
web en las que se desarrollan subtemas relacionados expuestos también a través
de otras pirámides invertidas que pueden o no tener la misma extensión
comparados entre ellos.
Aunque los criterios de la longitud exacta
en términos de caracteres para los escritos web no ha sido unificada por los
autores que han profundizado el tema, si coinciden en que deben ser breves
atendiendo a razones como el hecho que la pantalla de los computadores cansa la
vista y la inmediatez que se busca en la información a la que se accede,
respecto a esta situación Franco (2008), citando a Nielsen indica que un texto
se considera corto cuando su extensión no supera las 600 palabras asumiendo que
se puede leer en 3 minutos (200 palabras por minuto).
La estratificación de la información por
su parte, ofrece la posibilidad de enlazar contenidos que a pesar de ser
relevantes extenderían mucho el texto si son tomados en cuenta para la
construcción del conjunto inicial de información que ha de ofrecerse y los
cuales pueden ser consultados solo en caso que el lector así lo quiera,
dirigiéndose a otras páginas web bajo la
modalidad del “hipertexto”.
Se resalta la importancia de escoger el
titulo apropiado para los artículos, tratando que la información no se repita
en el antetítulo, si lo hay, y conectándolo con el “lead” sin reutilizar la
misma terminología, aspecto que diferencia a las publicaciones impresas,
especialmente los periódicos (en estos la información central es repetida a lo
largo de los diferentes segmentos que componen la introducción), de las
publicaciones web. En este aspecto se menciona la posibilidad de recurrir a la
voz pasiva (no muy utilizada en español) para dar una connotación más llamativa
a los títulos, evitando el uso frecuente de artículos y adverbios. Deben
seleccionarse las palabras más importantes y que generen mayor interés; en
ocasiones resulta más atractivo el qué y el cómo, comparados con el quién y el
cuándo. Como lo refiere El-Awady (s/f), se debe considerar que al escribir para
Internet, hay que condimentar la redacción con hipervínculos, recursos
adicionales y gráficos, pues se escribe para exploradores, no para lectores
concentrados.
En el caso de las columnas de opinión, las
crónicas o los editoriales de periódicos, entre otros documentos que no
permiten ser reescritos para ajustarse a los parámetros del contenido web, se
recomienda presentarlos a través de un título y un “lead” que sean
significativo y posteriormente exponer su contenido.
De manera particular se indica como regla
de oro evitar el lenguaje metafórico que confunde tanto a los usuarios como a
los motores de búsqueda.
La ubicación de las palabras claves dentro
del contenido de un artículo o texto son las que garantizan que se realice su
lectura o en su defecto que el usuario le dé un vistazo de principio a fin,
debido a que estos tienen la tendencia a simplemente ver una parte de los
titulares y realizar una revisión no convencional de los contenidos
describiendo patrones en F, E y L invertida, a través de los cuales tratan de
obtener la suficiente información.
Por su parte las frases, en concordancia
con el contenido de los textos deben ser cortas (a menos que ese este
describiendo algo largo) evitando el uso excesivo de los signos de puntuación
ya que pueden representar un factor de confusión para el usuario, pero en contraste
se recomienda el uso de los dos puntos para el ingreso de citas textuales y una
presentación del tema a tratar, entre otros casos, así como la revisión de las
indicaciones concretas cuando se usan siglas, acrónimos, abreviaturas y números
para evitar que dañen la estructura e intención del texto expuesto.
Para finalizar,
citando a Müller y Bergareche (2012), cabe resaltar que: “Cada plataforma, ya
sea Facebook, Twitter, Google+, los blogs, los chats, los foros o los medios
digitales, tiene sus particularidades, reglas y características y con ellas hay
que actuar, conjugando la corrección y la creatividad con el sentido común para
sacar su mejor provecho”.
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